LA HISTORIA DEL VINO EN MÉXICO
Mayo 29, 2025
¿Sabías que el vino se cultiva en México desde la llegada de los españoles? En este blog exploraremos una parte de la historia que a menudo se pasa por alto. Desde la época colonial, el vino ha sido parte de la identidad mexicana, reflejando una mezcla de tradiciones y técnicas a lo largo de los siglos.

Tabla de contenidos
Durante la época colonial
El vino llegó a México con los españoles, quienes trajeron la variedad vitis vinifera desde Europa y la plantaron en diversas regiones de la Nueva España. Este cultivo se extendió hasta el Valle de Parras en Coahuila, donde en 1597 se fundó Casa Madero, la vinícola más antigua de América, originalmente llamada Hacienda de San Lorenzo.
La producción de vino comenzó a preocupar al rey Felipe II, quien en 1595 emitió un decreto que prohibía la plantación de nuevas vides y la destrucción de las existentes, excepto las de la iglesia. A pesar de esto, muchos misioneros continuaron cultivando la vid para sus ceremonias religiosas, preservando así las técnicas de producción.
Es importante destacar que Hacienda San Lorenzo fue la única que mantuvo el permiso de producir vino para todas las iglesias del país. Esto permitió salvar el cultivo, pero sin un mercado real al que abastecer, limitando la generación de una cultura del vino como alimento básico.

México moderno
Durante el período que abarca desde la Independencia hasta la Revolución, muchos viñedos fueron destruidos o abandonados, lo que provocó un estancamiento en la producción de vino. Sin embargo, en 1888 se fundó la Bodega Santo Tomás, la primera bodega comercial de Baja California, y en 1889 se introdujeron varias variedades de uvas francesas, gracias al impulso de Porfirio Díaz, conocido por ser un gran admirador de la cultura francesa.
Cabe mencionar que, durante el período de prohibición en Estados Unidos, México jugó un papel importante en la producción y venta (e incluso contrabandeo) de vino. Bodegas como Cetto y Santo Tomás fueron entre las primeras que se desarrollaron mucho más de lo que el mercado mexicano podía representar, ya que su mercado principal era en Estados Unidos. En 1948, se creó el Consejo Mexicano Vitivinícola, marcando el resurgimiento del cultivo de la vid, especialmente con el auge del brandy en las décadas de 1970 y 1980.
México actual
Con la firma del GATT, México se abrió a la competencia internacional, lo que llevó a la quiebra de alrededor de 50 vinícolas. Sin embargo, este mismo periodo trajo un nuevo impulso a la producción de vino. En 1997, el enólogo Hugo d’Acosta lanzó el proyecto Casa de Piedra, convirtiéndose en un referente de la revolución del vino mexicano y fundando la Escuela de Oficios de El Porvenir.
En los últimos años, el vino mexicano ha ganado popularidad. Según el Consejo Mexicano Vitivinícola, el consumo de vino en el país se ha duplicado en los últimos cinco años, pasando de 450 a 950 mililitros por persona.
Hoy en día, México cuenta con 12 estados productores de vino que destacan: Baja California, que lidera la producción con el 57% de la superficie de viñedos del país, seguida por Coahuila, Querétaro y Guanajuato.

Nos gustaría concluir con la siguiente pregunta: ¿Te imaginas cómo sería la historia del vino en México hoy si el rey Felipe II no hubiera impuesto su decreto? La historia del vino en México es un reflejo de la resiliencia y la creatividad de su gente, y su futuro promete ser aún más brillante.
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